Artículo escrito por Javier Belanche en 2006
Lo paradójico es que la Web carece precisamente de esta retroalimentación, porque los vínculos basados en HTML son unidireccionales. Podemos ir a otros diez sitios desde su página de inicio, pero hay modo de que esas páginas sepan que nos dirigimos a ellas, a menos que nos tomemos el tiempo de enviar un correo electrónico a nuestros respectivos administradores. Todas las páginas en la Web tienen información precisa acerca de las direcciones hacia las que van, pero, por definición, ninguna sabe quién se dirige a ella (...). Los sistemas autoorganizados usan la retroalimentación para pasar a una estructura más ordenada. Y dada la intolerancia a la retroalimentación de la Web, debido a su vinculación unidireccional, no hay modo de que vaya aprendiendo a medida que crece
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